Exportar cómputo tiene más valor que exportar energía
El anuncio de que Argentina albergará un centro de datos de OpenAI ha generado mucho interés últimamente. ¿Por qué se eligió nuestro país? Hay varias razones interesantes detrás de esta decisión.
Primero, tenemos enormes extensiones de tierra en la Patagonia, con un clima fresco perfecto para este tipo de infraestructura. Además, nuestra comunidad tecnológica es fuerte y está formada por una población joven que está siempre conectada. También es relevante mencionar a figuras como Matías Travizano, fundador de Sur Energy, que fue clave en las negociaciones, junto a Emiliano Kargieman de Satellogic, que ya tiene alianzas con grandes empresas como SpaceX.
Pero hay algo más en juego: la reconfiguración geopolítica. Kargieman menciona que estamos en medio de una competencia mundial, donde la infraestructura de inteligencia artificial (IA) se vuelve esencial. La disputa entre Estados Unidos y China sobre quién tiene el control de este desarrollo está presente, y Argentina se convierte en un aliado estratégico para los estadounidenses.
Argentina tiene la oportunidad de convertirse en un centro clave para servicios de tecnología durante las próximas décadas. Esto podría traer un gran valor al país.
Infraestructura del siglo XXI, la visión de Emiliano Kargieman
En una reciente charla, Kargieman habló sobre la “infraestructura del siglo XXI”. Su objetivo es comenzar la construcción del centro de datos en 2026 y tenerlo operativo para 2027. Aunque es un proyecto ambicioso y complejo, todos están comprometidos con cumplir este plazo.
En cuanto a los desafíos que enfrentan, Kargieman señala que no hay problemas tecnológicos significativos, sino más bien logísticos. Argentina tiene empresas con la capacidad para manejar la construcción local, y cuentan con un acuerdo con una importante constructora internacional.
Sin embargo, hay un tema importante: la energía. Para alimentar un centro de datos tan potente, habrá que aumentar la capacidad de generación energética. Argentina tiene un enorme potencial en energías renovables, tanto eólicas en Chubut como solares en el norte.
Desarrollo sostenible y local
El desarrollo de este proyecto no solo significará más energía, sino también la creación de una red más resistente. Esta modernización energética ayudará a que Argentina no solo consuma, sino que también exporte tecnología avanzada.
Kargieman también menciona que el país puede avanzar en áreas cruciales como energía, cómputos y comunicaciones. Esto nos abre una puerta para trabajar en infraestructura necesaria para la economía moderna.
Riesgos y oportunidades
En medio de la competencia global, surge la pregunta sobre si Argentina evitará caer en el papel de exportador de materias primas, pero sin agregar valor. Según Kargieman, el país tiene el potencial de transformar la energía generada. En lugar de exportar solo gas, podemos usarlo para crear servicios tecnológicos valiosos.
El impacto en el mercado laboral local será interesante. Aunque un centro de datos puede generar alrededor de 100 empleos directos, lo más prometedor es la nueva vertical de servicios que se abrirá, beneficiando a empresas locales y al gobierno al permitir eficiencias en su operación.
Argentina en el escenario global
Por otro lado, el alineamiento de Argentina con Estados Unidos, en lugar de China, podría ser más beneficioso. Kargieman destaca que esta conexión cultural y geográfica puede traer resultados más rápidos y significativos para nuestro país.
Es un momento clave y estratégico para entender cómo posicionarnos en este nuevo mundo multipolar. Así, mientras avanzamos en estos proyectos, la mirada está puesta en el desarrollo futuro del país y en cómo construir alianzas que nos fortalezcan.